viernes, 30 de diciembre de 2016

Le Streeter

Un nuevo local se suma a la oferta gastronómica del Gourmet Experience (GE) del Corte Ingles, aunque mejor decir, literalmente un camión de comida.

Hablamos de Le Streeter, que maneja el concepto street food con una carta gastronómica global y actualizada. Lo regenta un referente en la gastronomía de Sevilla, Cayetano Gómez, dueño de Pura Tasca y uno de los artífices de los ya famosos Callejeando Food Fest. Suerte ha tenido esta ciudad de contar con gente como Cayetano, con tanto talento y ganas de trabajar.

El espacio de la 5ta planta de ECI puede parecer un típico “caza-turistas” pero en realidad es un sitio para todo el mundo, que además de una panorámica excelente del centro de la ciudad, cuenta con una buena y variada oferta gastronómica.






Nuestra visita a Le Streeter comenzó con una crema de calabaza thai, ideal para estos fríos invernales. Al degustarla, el jengibre suaviza el picante pero quizás un poco menos haría disfrutar aún más la crema, ya de por si notable.

Viajar al sudeste asiático es encontrarse de frente con el mundo de las especies y los contrastes de picantes, dulces y salados.

Seguimos con una hamburguesa Pulled pork en pan de cristal, rúcula y salsa pico de gallo. Buena presentación, gran sabor y cantidad justa de carne. La cocción larga de esta carne de cerdo, la deja jugosa y muy tierna. Me encantaría un poco más de pico de gallo para acompañar la hamburguesa, o incluso unas patatas que bien podría traer el plato.

No es raro encontrar barbacoas norteamericanas con sus grandes ahumadores que dejan la carne durante muchas horas para lograr el acabado perfecto.

Los fish and chips de bacalao fueron una sorpresa. Tiernos por dentro con un rebozado crocante y nada grasoso. El truco según el Chef es la salsa orly y la técnica correcta, rebozado en frío y pescado fresco. Parece sencillo, pero pocos sitios son recordados por su buena fritura. Por suerte para nosotros, este entra en la lista de los buenos.

Un viaje a Londres no estaría completo sin una visita a un palacio, un reloj, y una parada en un fish & chips.
Un plato que enseguida captó mi atención fue el Patacón, una base de plátano macho verde frito cubierto con carne “esmechada”, que es más bien deshilachada y similar al pulled pork, junto a cebolla y rúcula. Un plato que admite miles de variaciones y combinaciones, es presentado sobre una hoja de plátano rebosando sabor y alegría.

Ecuador, Nicaragua y Colombia son los principales productores de plátano macho. El cual forma parte de su dieta bien sea verde (amargo) o maduro (dulce).


En Le Streeter podemos viajar desde Tailandia, Colombia-Venezuela, Inglaterra, Estados Unidos, etc. Y esta es precisamente la apuesta de Cayetano, una carta abierta y viva, que refleje la comida de distintas locaciones y permita introducirlos a los paladares sevillanos, descubriendo cuan bien y diferente se come en este nuestro mundo.

Definitivamente un lugar para tener como opción si estamos por la zona del centro. El servicio y la atención es impecable, cercano y atento. Gozan de un espacio propio dentro del GE donde poder comer, cenar, e incluso muy pronto merendar como dios manda.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Voraz. Unas carnes (ni) caras y (ni) grasientas

Es la opinión que algunos clientes parecen tener de Voraz. Y si comenzamos por el final, ni son caras ni son grasientas, son exquisitas!, pero sobre ello hablaré más adelante.

En una amena charla con el Chef y Jefe de cocina Antonio Barragán sobre este tema, recordé automáticamente un pasaje de mi vida donde vi devolver una vichyssoise porque estaba “fría”. Así mismo, recordé el porqué me dedico a esto, intentar transmitir lo poco que sé de este mundo, y que la gente valore y comprenda un poco mejor la gastronomía y lo difícil que es la restauración.

Voraz es un sitio muy agradable situado en el Parque de los Príncipes, cuya ubicación en el barrio de Los Remedios hace que intente adaptarse a las necesidades cambiantes y algo caprichosas de la gente de los alrededores. Sin embargo, bandean con buen talante los cambiantes requerimientos, de la noche y el día, de la semana y de los fines de semana.
Siempre presente su ya famosa chimenea que calienta y alegra la vista.

Como apertura en mesa presentan un pan de semillas que puedes mojar en aceite, y no cualquiera sino en una extensa selección de ellos provenientes de la gente de Oliveclub.es, quienes se encargan de traer una amplia y selecta colección de aceites muy diversos. En mi caso me tocó un Cornicabra español muy rico.

Una tradicional ensaladilla con ahumados y un suave de melva abre el menú de forma oficiosa. Melva y salmón ahumado no es una combinación vanguardista pero si realmente buena, y sobre todo difícil encontrar los puntos para que el sabor sea redondo.

Un tataki de atún y algas. 3 tipos diferentes de algas, wakame, kombu y una roja que creo se llama dulse (Palmaria palmata, y si con s) prosiguen. El atún impecable, se notan las técnicas japonesas, pero la combinación de algas me resultó algo agresivo, en especial la roja. Aun así, gran plato.

 El langostino trasmallo (arte tradicional de pesca con red) cocinado en placha de sal, simplemente impecable.

Merluza de pincho envuelta en tortilla de camarones: Siempre que leo de “pincho” me sorprendo como ese término se desdibuja en cualquier forma de pesca, pez, o lo que sea que le podamos poner “de pincho”. Y si me dicen tortilla de camarones, son pocas las veces que no me ponen delante un plato grasiento y harinoso. Sin embargo, aquí se rompen todos mis esquemas, este pescado de sabor sutil se fusiona con una tortilla de camarones que con todo el sabor de una fritura no parece realmente frita. Un trozo es poco, mil serían insuficientes.

Morrillo de atún mechado con capuchino de mejillón: La técnica del “mechado” siempre me ha parecido que no favorece a casi ninguna carne, pero este morrillo de atún lo aguanta de gran forma. El capuchino de mejillón es un complemento ideal. Si bien el plato es un compendio de sabores potentes, se ven favorecidos por los ingredientes y las técnicas de cocina empleados. Si eché en falta y en todo caso, un toque cítrico.

Lasaña a mi manera. Sorprende la ausencia de pasta, pero sorprende aún más el tomate confitado y las carnes cocidas a baja temperatura por 80 horas. Un clásico diría sin duda que no es una lasaña, pero sin duda es un gran plato que permite disfrutar de carnes menos nobles en un conjunto de tomate y bechamel interesante.

Set de carnes. De izquierda a derecha en la imagen se ven: ternera y vaca española, buey (el de verdad verdad) y vaca alemana madurada por 90 días. Lo maravillo de este plato es que tuve la oportunidad de degustar todas estas carnes que el Voraz presenta. No es un plato de carta, pero las carnes hablan por sí solas. Es importante destacar que las carnes vienen certificadas que se presentan a los clientes con mucho orgullo. Esta práctica me parece fabulosa, ya que muchas vacas de este país mutaron mágicamente en bueyes. Que cosas no.

Mi favorita son duda es la ternera y la madurada 90 días, son claramente carnes con contrastes muy diferentes, pero cada una las disfruto sin duda. Felicidades a Voraz por esta arriesgada, valiente pero necesaria apuesta. 
El postre vino presentado en plato de espejo al estilo Bocuse d'Or, un buñuelo de gitano que recuerda a las siempre agradables ferias de pueblo. Un buñuelo ligero con helado de vainilla, y detalles en chocolate que bien merecen un 10 por emplatado y un 10 por sabor.

Sin duda volveré a Voraz, es un sitio agradable, con una muy buena cocina, que apuesta por el producto y las buenas prácticas culinarias.

Voraz, Parque de los Príncipes, Ave. Santa Fe, s/n, 41011 Sevilla