domingo, 11 de julio de 2010

Restaurante Becerrita, GastroBar en Sevilla

El sábado pasado fui a este sitio, Restaurante Becerrita. Lo encontré o mejor dicho me lo recomendó una guia de restaurante y gastrobares de España, editada por la Real Academia Española de Gastronomía. La verdad es, que la encontré en un vuelo de Iberia Zurich-Sevilla y me la quedé. Recomiendan otros sitios, los cuales intentaré como no, ir, disfrutar y reportar.

La ubicación en la calle Recaredo deja un poco lejos a este local de las acostumbradas rutas de tapeo. Pero hay sitios que merece la pena el viaje, y este es uno de ellos.

El servicio de los camareros es impecable. Digno de los grandes sitios. Siempre he criticado la actitud "graciosa" y condescenciente de los muchos camareros sevillanos. Aquí los camareros te atienden, te miman, son capaces de defender y explicar un plato con una precisión absoluta.

¿Qué se comió?, 6 tapas muy buenas, un par de detalles pero todo de la mas alta calidad

Croquetas de cola de toro: Las recomiendan de siempre, son un éxito indiscutible de este sitio. Está deliciosas, cremosas por dentro, aunque no tienen esa típica base de leche o patata, pero están muy bien hechas.

Lomo de buey con berenjena frita y sal maldon: Un trozo de carne casi del tamaño de un puño, y eso que era una tapa. Cocinada a la plancha hasta su punto justo, al punto. Recuerdan en el post anterior cuando hablé de como se debe cocinar la carne, pues todo al dedillo. Quizás la carne no esté al punto de cocción para muchos, pero no dudo que puedan pasar un poco mas por la plancha. Quizás una salsa suntuosa podría realzar este plato.

Solomillo de cerdo con foie y salsa de vino oporto: Una salsa de oporto y cebolla caramelizada sublime, con un dulzor justo para contrastar con el foie y la carne. Es un plato que mi colesterol aborrece, pero mi paladar desea con locura. Por que será que lo bueno tiene tantas calorías. Simple, la grasa unifica y realza los sabores.

Revuelto de espárragos trigeros: Tenia mis dudas con respecto a este plato, puesto que ya no es temporada de espárragos. Pero el camarero me convenció de pedirlos, al jurarme que no eran congelados. El revuelto tiene espárragos y habitas, además de poco huevo para ser realmente un revuelto. Los espárragos resultaron ser de viveros, su forma y sabor delataba su origen. Los espárragos de vivero suelen ser más pequeños, todos del mismo grosor y con un sabor ligeramente más amargo que los naturales. Lo cual dejó a este plato un mal balance entre ese amargor y el dulzor que deben aportar la habitas. Es el problema de forzar un plato de una temporada en otra.

Caballito de jamón y huevo de codorniz: Tosta de pan casero frita, loncha de jamón y huevo frito de codorniz encima. Bueno pero no recomendable, un buen aperitivo para iniciar la comida.

Presa con crujiente de moztaza y pure de patata con un toque de mostaza: Francamente un plato de sabor delicioso pero con un detalle de preparación. Recordarán el post de La Azotea donde comentaba como una carne mal ejecutada arruinaba el plato. La presa estaba mal sellada y no bien descansada, lo que hace que al cortarla suelte sus jugos en forma de esa "sangre". Lo cual sobre un pure de patata, muy rico por cierto, queda rodeado de un charco que arruina la presentación. El sabor no se altera, pero visualmente desluce.

Una grata nota de 3 estrellas y media, y una firme recomendación para que se visite.





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